martes, 20 de septiembre de 2011



PERSONAJES IMPORTANTES DE NUESTRO CARIBE COLOMBIANO 


GABRIEL GARCIA MARQUEZ 



Gabriel José de la Concordia García Márquez (Aracataca, Colombia, 6 de marzo de 1927) es un escritor, novelista, cuentista, guionista y periodista colombiano. En 1982 recibió el Premio Nobel de Literatura (ver: Premios, reconocimientos y homenajes). Es conocido familiarmente y por sus amigos como Gabito. 
Gabriel García Márquez ha sido inextricablemente relacionado con el realismo mágico y su obra más conocida, la novela Cien años de soledad, es considerado una de las más representativas de este género literario. En 2007, la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española lanzaron una edición popular conmemorativa de esta novela, por considerarla parte de los grandes clásicos hispánicos de todos los tiempos. El texto fue revisado por el propio Gabriel García Márquez. 

Gabriel García Márquez es famoso tanto por su genio como escritor, como por su habilidad de usar este talento para compartir sus ideologías políticas.Su amistad con el líder cubano Fidel Castro ha causado mucha controversia en el mundo literario y político. 
Aunque Gabriel García Márquez posee residencias en París, Bogotá y Cartagena de Indias, vive la mayor parte de tiempo en su casa en Ciudad de México en donde fijó su residencia a principios de los años 60. 


PREMIO NOBEL 

· Premio Nobel. García Márquez recibió el Premio Nobel de Literatura en 1982, según la laudatoria de la Academia Sueca, «por sus novelas e historias cortas, en las que lo fantástico y lo real son combinados en un tranquilo mundo de imaginación rica, reflejando la vida y los conflictos de un continente». 
Su discurso de aceptación fue titulado La soledad de América Latina. Fue el primer colombiano y el cuarto latinoamericano en ganar un Premio, después de lo cual declaró: «Yo tengo la impresión de que al darme el premio han tenido en cuenta la literatura del subcontinente y me han otorgado como una forma de adjudicación de la totalidad de esta literatura».



Roberto Meléndez 


(*Barranquilla, 1912 - Barranquilla, 2000) conocido con el apodo de El Flaco, fue un jugador y entrenador de fútbol colombiano. 
Meléndez se destacó en la posición de delantero en la época del deporte no profesional. Fue un jugador insignia del equipo Juventud Junior (primer nombre del club Junior de Barranquilla) y de la Selección Atlántico en la década de 1930. Obtuvo el título nacional amateur de 1932 en forma invicta con Juventud Junior, y gracias a él y otros jugadores, el Juventud Junior (Junior de Barranquilla) se convirtió en el club más poderoso del amateurismo colombiano. Además fue el primer jugador colombiano transferido a un equipo extranjero, ya que en 1939 fue contratado por el equipo Hispanoamericano Centro Gallego de Cuba. 

Las reseñas deportivas de aquella época destacaron a Meléndez como el mejor jugador colombiano del momento, formando parte como jugador y director técnico de la Selección Colombia que estuvo presente en la Copa América de 1945. Posteriormente, fue director técnico del Atlético Junior en la década de 1940, con el cual fue subcampeón en el primer campeonato de Fútbol Profesional Colombiano en 1948. Roberto Meléndez falleció el 20 de mayo de 2000. Participo en los Centroamericanos de 1938
El Estadio Metropolitano de Barranquilla recibió oficialmente el nombre de Roberto Meléndez, por iniciativa del periodista Chelo de Castro el 17 de marzo de 1991.




Edgar Renteria

El mejor homenaje que se le podría tributar a Edgar Renteria, seria rendirle culto a la humildad que lo identifica .Esa dignidad que no es solo un concepto , que para él es una conducta, un modo de ser, un modo de vida. En Renteria, el pelotero estrella, la humildad es una de las virtudes más nobles del espíritu. Los seres que carecen de humildad, carecen de la base esencial para un seguro progreso. Las más bellas cualidades sin humildad, representan lo mismo que un cuerpo sin alma. 
El paso categórico de este joven beisbolista por el escenario de las Grandes Ligas es producto ante todo de unas virtudes que él a punta de esfuerzo ha cultivado desde la hondura de su hogar situado en una barriada que lo quiere, lo admira e idolatra como un premio a la constancia, la disciplina, la fe en sí mismo y la humildad, probidad humana que siempre le ha caracterizado, aun más allá del manojo de triunfos que les entrega cada vez que se asoma al escenario competitivo. 


A Edgar son cuantiosos los Barranquilleros que hoy le recuerdan con sumo afecto como aquel muchachito común y silvestre que a diario veían correr por las calles del barrio montecristo, que le conocieron sudando la gota gorda de sol a sol, ejerciendo un liderazgo natural sin prevenir que a la luz de hoy se convertiría en uno de los sobresalientes exponentes del mundo en la disciplina deportiva que practica. 

Y en este momento con mucha más razón, porque cada vez que se recuerde al hijo de Visitación Erazo, en cada Barranquillero de antaño se piensa y reflexiona que los muchachos del futuro deberían seguir ese ejemplo y mirarse en el espejo de la constancia que les exterioriza un deportista de la categoría de Edgar Renteria, “El Niño Gigante de Barranquilla”, partiendo del convencimiento de que si ellos siguieran sus pasos también podrían alcanzar la consagración mundial , no solo en el deporte sino en cualquier otra actividad en las que les gustase ser recordados por sus buenos actos ante la sociedad. 



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